Para muchos, Sting es un compositor y cantante brillante y una luz de las últimas tres décadas en la música rock y pop mundial. Tras una imborrable huella que dejó su grupo The Police, Gordon Matthew Sumner (su verdadero nombre) se lanzó con una seguidilla de discos solistas, todos los cuales han conseguido una gran aceptación mundial exceptuando sus últimos 3. Cómo olvidar a Soul Cages (All This Time) de 1991 dedicado a su padre fallecido, Nothing Like The Sun de 1987, el notable The Dream of the Blue Turtles de 1985 o su trabajo All This Time, una recopilación de sus mejores éxitos cantados en vivo y con nuevos arreglos donde el jazz y el acústico clásico de un pub londinense o del bajo Manhattan son las tonalidades clásicas. Este disco fue uno de sus más grandes y también últimos éxitos, ya que en el momento que se estaba grabando en la residencia de Sting en Inglaterra sucedieron los sanguinarios atentados contra Estados Unidos en 11 de septiembre y tras eso, el cantante viró su estilo a uno más áspero, menos melódico y tosco, que claramente no han sido del gusto de sus fanáticos ni tampoco ha ayudado a conquistar nuevas generaciones.
Dentro de su discografía destacada como solista quiero comentar su álbum Ten Summoner’s Tales de 1993. Considerado por la crítica como uno de sus mejores trabajos (para mí el mejor de los 90), Sting evoca con una magistral banda los sonidos de una Bretaña antigua, feliz y danzante, llena de magos celtas, cortes de reyes y la alegría de villas cercanas. Pianos acústicos, mandolinas, guitarras acústicas, una batería suave y una ilación mágica hace que el disco, más que un album inconexo lleno de canciones "oreja", sea una verdadera banda musical, con una hilación que hace que cada tema tenga relación con el anterior.
Ten Summoner’s Tales durante su primer año logró nada menos que tres discos de plantino y hasta hoy sigue siendo el favorito de los amantes del cantante. En él destacan canciones como "Ir I Ever Lose My Faith In You", "Fields of Gold" y la conocida "It’s Probably Me", co escrita con Eick "mano lenta" Clapton y que luego se convirtió en la canción central de la película Arma Mortal 3.
El disco concentra una magia encapsulada que revienta cuando es escuchado por completo, tal como lo hace el mago Summoner cuando concentra y comanda las fuerzas del bosque y rinde cuentas al Unicornio, su amo y señor. Por lo mismo, las letras están llenas de misticismo (del bueno), evocaciones permanentes al amor y dedicaciones a la vida cotidiana profunda, que es algo característico en Sting. Otro hecho importante es destacar que la crítica social no queda fuera y en este caso, la mezcla con una dosis buena de humor que hace al que lo escucha, regocijarse y reír dentro de este halo de magia que hipnotiza y hace que el disco sea escuchado una, otra y otra vez sin lograr cansar a pesar de los años que lleva en el mercado.
Definitivamente algo imperdible, que no puede faltar en la biblioteca de un buen audiófilo, especialmente para los que aman la música inteligente, redonda, perfecta y que es interpretada pr una banda de calidad, creada por un genio y que suena como un pequeño concierto de nuestros tiempos, mojado por el aura del R&B y el jazz.
Si quieres escuchar algunas canciones de este disco, sólo has click en la lista de MP3 de este mismo blog. Y para saber más, lee una crítica un poco más profunda en este enlace: http://www.geedorah.com/leer.php?id=322