No cabe duda que Nintendo le pegó “el palo al gato” con su flamante Switch. Su nueva solución logró mezclar de una forma magistral la tan anhelada movilidad de los juegos del fabricante japonés, con un formato que permite compartir contenidos con otros usuarios, sumado a que es posible usarla como consola de escritorio conectada a una TV.
Pero, antes de ocupar tus ahorros en una nueva, hay algunas cosas que debes saber. Acá te mostramos las 8 cosas que nos desagradan de ella y que las comprobamos tras usar dos consolas por varios, varios meses.
1. Poca autonomía
Si utilizas la consola con juegos que requieren de alto poder gráfico y con alto brillo en pantalla, la autonomía no supera las 2 horas. Asi de simple. Y la carga media de la Switch es de al menos 2 horas. Tema para tener en cuenta y andar con un cargador contigo para todas partes o bien, con un powerbank con conexión USB-C, al menos
2. Poca memoria y cartuchos limitados
La Switch viene por default con 64 GB de capacidad, de las cuales al menos la cuarta parte viene ocupada para su sistema operativo. Sólo permite expansión de tarjetas de hasta 256 GB MicroSD clase 10. ¿Y los juegos? Los cartuchos o tarjetas incorporan una memoria de hasta 16 GB. Si un juego pesa más, deberás descargar el contenido adicional, que ocupará tu escaso espacio de memoria
3. ¿Ganas de comprar una segunda consola? Mala idea
Si tienes ganas de comprarte una segunda consola Nintendo Switch (para compartir contenido, jugar con familiares o simplemente para no pelearte el turno en casa), lee bien esto: Cada consola queda registrada a un usuario. El usuario cuando enciende por primera vez una Switch, esta queda identificada como “principal”. Todas las consolas posteriores a esa, Nintendo las considera como “secundarias”. Las consolas secundarias solo abren juegos o contenidos descargados de Nintendo EShop siempre y cuando tengan una conexión activa a Internet. Si no están conectadas, los juegos no abren. Si cortas la internet mientras juegas, el juego se apaga. En la consola secundaria, de hecho, los juegos descargados o comprados en eShop no están disponibles para otros perfiles, algo que si es posible en la consola primaria
4. Tus contenidos descargados no bajan como espejo. Tus avances, tampoco
Si tienes dos o más consolas con tu login, deberás ingresar manualmente al historial de descargas de eShop para solicitar que bajen nuevamente mediante la opción “volver a descargar”. La opción que el contenido comprado baje a todas tus consolas de manera simultánea (como ocurre en Xbox One) no existe. Adicionalmente, debes configurar manualmente cada juego, para que los avances queden sincronizados en la nube. Si en las consolas de tu propiedad no has hecho el tramite manualmente, es posible que los juegos no arranquen y den un mensaje de error
5. Jugar mobile es… desagradable
La pantalla de la Switch no se caracteriza por ser la mejor del mercado. Con una densidad de 237 ppp y resolución de 1280×720, lamentablemente muestra una brutal diferencia entre la experiencia en una pantalla grande versus la versión mobile
6. Control parental efectivo, pero injusto
Una gran ventaja y que es aplaudida en la Nintendo Switch, es el completo control parental que permite a nosotros los padres, colocar horarios de juego y tiempos máximos para que nuestros hijos no queden con espasmos tras estar horas frente a la pantalla. Ahora, un detalle: al apagar la consola, esta queda por default en “modo espera”. Lamentablemente la App de Control Parental considera el tiempo de espera como tiempo de juego y cuando tu hijo enciende la consola, el sistema indica que “el tiempo de acabó”. Para evitar eso, hay que apagarla manualmente, forzándola mediante tres clicks en el menú.
7. Caliente, caliente…
Tras una hora y media de juego, la consola (obviamente) se calienta. Esto es normal y no criticable, excepto por aquellos usuarios “nerviositos” que tienden a doblar la consola en modo portátil y, estando esta caliente, tiende a curvarse y a no volver a su forma original, lo que genera fallas en la placa lógica y fracturas en la pantalla. Es un caso extremo, pero sucede, así que a tener cuidado. Si no nos crees mira acá
8. Sus Joy-Con no son infalibles
Si bien los Joy-Con son un fetiche por la multiplicidad de colores y maneras de combinar, estos tienden a soltarse de la consola y con el paso del tiempo, adquieren un molesto “juego” que hace que no estén ajustados como si hubiesen salido de fábrica. Por eso, recomendamos o jugar a distancia con un control Pro o bien, insértalos en el Joy-Con Pad y asi evitas que el riel de la consola se gaste innecesariamente
¿Tienes algunas críticas de tu consola? Cuéntanos en la zona de comentarios