Las Razones de Porqué Destiny es el Juego del Año

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Destiny se ha convertido en el fenómeno de la década (y podría ser de la historia) de la industria de los videojuegos. 5 años de desarrollo, US$ 500 millones gastados, 500 personas trabajaron en levantarlo, fue testeado por 4 millones de jugadores… Y demoraron 1 día de venta en recuperar lo invertido.

Con una campaña publicitaria y digital nunca antes vista, está claro que si no estás “en modo Destiny”, no eres nada.

Hasta el momento las críticas sólo han ensalzado la apuesta de ActiVision (editores de Call Of Duty). 150 premios y nominaciones durante sus presentaciones públicas y decenas de miles de fanáticos que hicieron cola durante la noche previa al lanzamiento (9 de septiembre de 2014), para ser los primeros en llegar a casa y pasar el día jugando online.

Bungie, quien fue la musa inspiradora y la responsable de dar vida a la saga Halo para Xbox y Xbox 360, tras su separación de Microsoft, firmó un contrato multimillonario por 10 años con ActiVision, para asegurar al menos tres secuelas más del juego, que mezcla de una forma magistral, una campaña excitante, un multijugador dinámico y un juego de rol, que nos hace recordar los mejores momentos de Elders Scroll Oblivion y del incomprendido Mass Effect.

Más allá de hablar de lo que todos ya saben, es bueno poner énfasis en algunas cosas que son parte del análisis profundo que pocos han dimensionado: La forma en cómo Bungie pudo crear este universo envolvente que alguna vez quiso transformar para Halo, pero que finalmente quedaron en buenas intenciones.

Música

La banda sonora está en las manos del talentoso Martin O’Donnell, quien compuso una hora de música, junto a Michael Salvatori. Paul McCartney también contribuyó en las partituras, las que se grabaron entre 2013 y 2014 en Abbey Road Studios.

Tras finalizar el soundtrack, O’Donnell fue despedido por Bungie, pero su legado es feroz. La música energizante, envolvente, estremecedora, recuerda los mejores pasajes de Halo 3 y Halo Reach, cuando en el fragor de la batalla, las melodías al estilo concierto ayudaban a crear sin lugar a dudas una experiencia épica que pocos jugadores han podido olvidar. A tal punto que Halo 3 fue en su minuto la banda sonora de un videojuego más vendida del mundo y ya en foros de discusión se está pasando el dato de cómo conseguir la de Destiny.

Jugabilidad e IA

Para los habituados a Halo, el tomar las armas de Destiny será completamente natural. Los poderes especiales son fáciles de invocar, el manejo del fuego ante oleadas de enemigos también. Se agradece que siempre existan recursos (aunque escasos) para mantener un poder de fuego que está al límite pero que es difícil que te deje en cero. Ciertos tipos de enemigos dejan en el suelo cargadores para tus armas principales tras una fuerte escaramuza, por lo que luego de la masacre, hay que recorrer el campo para recogerlas.

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En cuanto al mapa, prácticamente sin errores, deja espacio para que cada recoveco, caverna o acantilado sirva para posicionarse y jugar al francotirador, con el objetivo de despejar la zona antes de avanzar, si juegas en modo campaña.

La IA de Destiny es sorprendente y demuestra que el centralizar la jugabilidad en sus servidores, resulta mejor que hacerlo en cada consola. No es un juego en streaming, pero sí mucho del comportamiento de los enemigos y el posicionamiento de tropas, son claramente comandados externamente, hecho que permite que el juego estudie tu manera de desenvolverte en el mundo Destiny y con ello vaya aumentando la complejidad y la “inteligencia” de tus oponentes.

Por eso, ya no es raro ver que ciertos enemigos que están posicionados a larga distancia, no caminen haciendo un recorrido establecido (patrulla) o dando vueltas elípticas, lo que servía antes para poder abatirlos sin mucha dificultad. Destiny de hecho, tras tus primeras 3 horas ya tiene claro cómo juegas y hace que los adversarios en modo campaña se comporten en el enfrentamiento en la forma que más te complica jugar, lo que hace que sea un desafío, más que pasar el rato.

En cuanto a vehículos e historia, Destiny también basa mucho de su desarrollo en Halo. Tienes una inteligencia artificial que te acompaña y te guía durante el desarrollo de la campaña. Puedes robar y usar vehículos de tus enemigos y sumado a eso, con el paso de los niveles de experiencia, puedes ir equipando a tu personaje (elegible entre 3 razas diferentes) con armadura, armas, talentos y poderes especiales. Por lo mismo, en el modo multiplayer (otro universo aparte) las diferencias entre un enemigo nivel 20 versus uno de nivel 6 (equivalente a unas 3 o 4 horas de juego) es sencillamente brutal.

Es Destiny, No Halo

Para jugadores algo viejos y avanzados que tuvieron la suerte de jugar Xbox y Xbox 360 y que han pasado por toda la saga Halo, hasta antes de Destiny existía una especie de depresión por la salida de Bungie desde Microsoft, algo que quedó completamente ratificado con Halo 4, una plástica y muy mala secuela de la trilogía original y que dio inicio al menos a 3 más que se vienen para Xbox One.

Lo que no tiene hoy Halo, lo tiene Destiny y que es lo que vuelve locos a los jugadores: Corazón y mística. Los diseñadores logran con Destiny colocar al jugador como el centro de la trama y de los destinos del universo. No eres una persona que maneja al personaje para lograr un objetivo: Tú eres el personaje, tú estás dentro del mundo, tú eres el que debe convertirse en leyenda y terminar el juego con el máximo honor y experiencia. Si bien la historia del modo campaña está bien direccionada, existen ciertas decisiones que tomas durante el tiempo de juego que pueden ayudar a mover la balanza a favor o no de adelantar el desenlace.

Pero Destiny no es Halo. Se parece mucho en su estructura y en su ADN, lo que fascinará a los jugadores de PlayStation quienes por años miraban con desdén a su competencia y cómo millones de fanáticos gozaban con un juego exclusivo que los hacía sentirse parte de una cofradía.

Destiny universalizó el motor de Halo, su IA, su jugabilidad y su ADN. Expandió sus horizontes hasta niveles ilimitados, con más de 12 horas de campaña (que incluso perfectamente pueden llegar a 18 o 20), un modo multijugador en línea masivo bestial y adrenalínico y también, una historia interesante (aunque no es lo mejor) que si bien abandona el concepto de superhéroe con que se levantó a MasterChief, pinta claramente para que sea el comienzo de una saga que podría terminar siendo épica con los años.

Está claro que Destiny es un gran arranque, como lo fue Halo Combat Evolved. El juego está generando millones de fanáticos, jugadores online por toneladas, críticas benevolentes y un ejército de seguidores que tras esto, querrán más. No se me ocurre cómo podrían ya superar este universo, que definitivamente es el más apoteósico y masivo jamás creado en la industria del entretenimiento digital. Pero es posible que Bungie y ActiVision ya lo tengan claro.

¿Deberíamos Preocuparnos por el Futuro de Foursquare?

foursquare-1Durante años, la red social de Foursquare funcionó bien y se hizo de millones de adictos, quienes a través de redes de contactos, competían o “jugaban” para robarse alcaldías (lugares donde un usuario podía instalarse como “dueño” por su número de visitas), compartían sus gustos y dejaban recomendaciones que luego podían ser leídas por cualquiera que pasara por ahí. Y esto generó además negocios paralelos, como descuentos o premios que publicaban los mismos dueños de los lugares que visitabas. Se veía bien.

Pero el tema quedaba ahí. Foursquare con el tiempo se puso aburrido, se estancó. Sus cambios no ayudaron mucho a la interactividad, la privacidad era confusa, su app era poco amigable y más encima lenta.

Los accionistas se pusieron nerviosos. La compañía estaba estancada y su idea original estaba, por decirlo en simple, olvidada por los usuarios, quienes en su mayoría competían por alcaldías, pero nada más.

Microsoft en su momento debe haber golpeado la mesa, viendo cómo sus US$ 15 millones se diluían frente a Yelp, app mucho más amistosa, fresca y estable que hacía palidecer al ya vetusto precursor de la red social por ubicación.

Y el cambio fue radical e impredecible. Crearon Swarm, un sistema que sirve únicamente para hacer check in y generar un juego de quién es el que más veces visita un lugar especial. Puedes además crear “carretes” o “planes”, compartir ubicación o actividades con tus círculos cercanos y establecer tu residencia dentro de un barrio. Nada bueno para los amantes de la privacidad y muy bueno para los amigos de lo ajeno. Muchos dicen que para eso está el WhatsApp.

Tras la última actualización lanzada a principios de agosto (la 8.0), Foursquare mató su esencia para reinventarse. Eliminó las alcaldías, Swarm quedó como un app aparte para seguir con el juego (pero a medias) y finalmente la aplicación quedó como un sistema que tras pedirte que ingreses predictores o gustos del usuario, busca, indica y aconseja lugares para visitar, mostrándote tips de estos que puedan estar relacionados con tu perfil. O sea ya no tienes acceso tan fácil para leer todos los comentarios del lugar, destaca aquellos consejos que podrían o no estar auspiciados y le quita poder de decisión al usuario.

En la historia de la tecnología hemos visto cómo es posible matar una buena idea tras la desesperación de no poder innovar, por no escuchar a los usuarios y por arrebatarles el control sobre la utilidad de la misma. No hay nada peor que un sistema haga cosas por ti, que muchas veces no concuerdan con tus gustos o que simplemente las realice sin que se lo soliciten.

Las críticas a este vuelco no se han hecho esperar y muchas han sido directas y fuertes. Los usuarios están abandonando la plataforma para pasarse a Yelp. Otros en cambio, como lo dice un artículo de Mashable, piden paciencia ya que consideran que es un buen inicio y que hay que darle tiempo a Foursquare para mostrar su potencialidad.

El único problema es que en esta época de la hiperconectividad y la hiperinformación, el tiempo y la paciencia son conceptos arcaicos. El que innova y potencia su buena idea gana. El que mata una buena idea, se expone a que los buitres comiencen a dar vueltas sobre su cabeza. Ergo, Windows 8, Nokia, Blackberry ¿seguimos?

¿Busca el Parlante Portátil Perfecto? Pruebe El Oontz Angle

product_oontz_angle_front2Hace un tiempo, la conocida compañía de audio de alta fidelidad, Cambridge Soundworks, creó una división llamada Oontz, la que fabrica pequeños parlantes para la vida digital que hoy nos apremia.

Y lo entendieron bien. Muchas veces estamos en reunión, nos llaman al Smartphone, necesitas hacer una conferencia y el parlante se escucha pésimo… O es más, cuando tenemos una presentación, nuestro Ultrabook o Tablet, estos no tienen la suficiente potencia para reproducir el audio de un video, ¿qué diablos hacemos?

La respuesta es Oontz Angle, un parlante mediano-pequeño, relativamente portátil, que cumple con todo lo soñado. Primero, no usa pilas, lo que significa que terminarás con la mala suerte de conectar el parlante y las baterías no te funcionan, como pasaba (por ejemplo) con el Creative TravelSound Portable Speaker, que sin lugar a dudas ha sido lo mejor inventado hasta la fecha, gracias a su tamaño, potencia y fidelidad, aunque en autonomía fallaba y muy mal.

Además, el Oontz Angle funciona como manos libres, ya que tiene un pequeño micrófono en la parte superior trasera, por lo que puedes lucirte teniendo conferencias telefónicas con el parlantito puesto encima de la mesa de reuniones, y sin cables.

Junto a ello, su autonomía supera las 12 horas de uso y aguanta casi 3 meses de retención de carga gracias a su batería interna, la que se recarga con el cable microUSB de tu computador o el cargador de tu celular. Y si el equipo está sin energía, puedes conectarlo al USB y listo, funcionando.

Si bien no es estéreo, su sonido es bastante decente. Y cuando decimos decente es que no sólo no molesta sino que tranquilamente agrada y hace que hasta el más terrible audiófilo se acostumbre rápidamente a él. Aunque no existen especificaciones técnicas, el producto muestra una buena separación de canales, una decente reducción de ruido y una potencia que calculamos puede exceder los 3 watts RMS, lo que significa bastante para sólo ser un parlante Bluetooth (algo así como el volumen de tu TV al máximo y sin distorsiones).

Oontz angle backEn la parte frontal sólo se ve la parrilla, que la compañía ofrece en 8 atractivos colores que van del negro (para los fomes), hasta el rosado fuerte (para las pixies) a la que se le suma una molesta luz led azul que indica que está encendido (no recomendable para los que les cuesta dormir por la noche). Atrás están los controles de volumen (que sólo funcionan para el audio vía BT), orificio de micrófono y el conector de Bluetooth y para contestar y colgar llamadas. Abajo el botón de encendido y apagado, entrada auxiliar (se agradece), conector de carga USB micro y luz led de indicador de carga.

En la caja (modesta), incluye manual de instrucciones, conector jack 3.5, cable USB micro y nada más. La bolsita para protegerlo se quedó en versiones pasadas, así que a cuidarlo.

En cuanto a dimensiones y peso, OK están bien y se soporta con pocas críticas más que nada por la potencia y fidelidad que logra versus tamaño: 260 gramos, 135 mm de largo y 68 mm de alto.

Actualmente el aparatito no está en el comercio en Chile, pero puede comprarse por la no despreciable suma de US$ 40 en su sitio en Internet o bien directamente en Amazon. Bastante conveniente si lo comparamos con otras soluciones como un JBL Flip que vale el doble o bien el Bose Soundlink Mini, que es hasta el triple de caro y también tiene un tamaño casi tres veces mayor.

Thief: Ladrón Que Roba a Ladrón…

Thief

La cuarta saga de la ya venerada serie “Thief” (Ladrón), vio la luz durante el primer trimestre de este año, de la mano de Eidos Montreal, filial de los padres de Lara Croft, Hitman y Deus Ex, entre otros.

El juego llegó a las estanterías con una fuerte carga, ya que venía precedido de grandes anuncios en la anterior E3, donde Eidos prometió una completa redefinición de la historia, mayores niveles de complejidad y por lo tanto, establecía un terreno fértil para lanzar nuevas secuelas tras la cuarta parte, que en realidad se convierte algo así como un reboot para las nuevas generaciones (o como ocurrió en el cine con Spiderman, Batman, Hulk… Uff).

Las críticas han sido tibias ya que los fanáticos no se volcaron a jugarlo como Eidos esperaba. Y los neófitos en juegos de sigilo tampoco han sucumbido al nuevo mundo, ya que muchos de los elementos que conlleva son casi “más de lo mismo”, con fuertes dosis de largas caminatas e historias que se complejizan al estilo Mass Effect, sumado a paisajes victorianos lúgubres, decadentes y sucios como los de Assassin’s Creed.

La historia por sí misma no es un thriller. Tomas el control de Garrett, un maestro ladrón que roba por encargo, por gusto o por placer. Vive escondido en la punta de la torre central de la catedral de la urbe y cada cosa que logres encontrar en tus visitas a casas ocupadas o sin moradores, te sirve luego para cambiarlas en el mercado por mejoras en agilidad, concentración y armamento, necesarios para seguir avanzando en el juego.

Uno de tus principales dolores de cabeza es tu compañera Erin, una ladrona impulsiva, que prefiere matar antes de preguntar, que se jacta de ser la mejor y que es una pieza clave ante uno de los mayores enigmas del juego. Para resolverlo, debes avanzar y tomar otras sub misiones que te encargan otros personajes del pueblo, donde directamente te involucran con el Barón, oscuro y siniestro hombre que aplasta la urbe a manos de la violencia y la corrupción característica de la época.

Basado en motor Unreal y delineado bajo Autodesk, el plano general de la ciudad resulta interesante, complicado y hasta frustrante, lo que se agradece. Su IA es bastante sorprendente ya que los enemigos y guardias no siempre trabajan con movimientos y con tiempos repetitivos, por lo que claramente hay que usar la imaginación y la astucia para pasarlos por encima. Los niveles de armas y accesorios para lograr a la meta son geniales y la longitud total de la historia también lo es, dependiendo de qué tan ladrón seas. Tranquilamente puedes demorarte más de 10 horas en terminarlo, lo que desde ya se agradece.

En cuanto a gráficas, estas son decentes, el manejo de luces y sombras es a veces molesto, al igual que el exceso de pixelación y poco tratamiento en bordes, por lo que los polígonos son finalmente los protagonistas en un cuadro general, donde te terminas dando cuenta que las casas, las calles, los rostros y las paredes son exactamente iguales, pero puestos en otra perspectiva (clásico de Unreal).

No es un juego que trascenderá ni que dará mucho que hablar. Dependiendo de las ganas del jugador, puede resultar interesante, completamente frustrante (por su lentitud y la extremada cantidad de vueltas que debes dar para lograr un objetivo) o simplemente se torna aburrido si lo que buscas es acción. Eso dependerá de tus gustos.

La compañía ya anunció que posiblemente haya una segunda parte… anuncio que hizo en marzo, un mes antes del despido de todo el equipo que estuvo a cargo de programar el juego y que ascendía a 27 expertos.

Tras avanzar en el juego, hay cosas que se agradecen, como que la perspectiva sea en primera persona, lo que ayuda a sentir que eres Garrett en todo momento.

Cosas que odiamos fue su mal manejo en luces y sombras, la lentitud con que pasan los acontecimientos, la imposibilidad de mejorar tu estado físico para pasar de ser un ladrón a un matón de barrio y también, los largos, largos y hasta eternos diálogos que a veces tienes que mantener y que hizo que la mitad del mundo gamer se quisiera suicidar mientras jugaba Mass Effect… algo que claramente al otro 50% le fascina… así que tranquilo que el juego no es para nada malo, responde sólo a un estilo y para eso, hay de todo.

¿Recomendable? Sí, si te gustó Assassin’s Creed, Deus Ex y Tomb Raider. Si estás buscando algo así como un Halo con historia más potente, te recomiendo que vuelvas a jugar Halo 2, 3 u ODST.

Nuevo Huawei G730: Súper Pantalla a Precio Justo

 

IMG_0602©¦¦¥Ya no es novedad que el fabricante chino Huawei, lance teléfonos que vayan acorde con su filosofía de mercado y que es, entregar equipos a un precio justo y que no destiñan en características técnicas.

Esta vez, fuimos los primeros en probar el nuevo G730, un Smartphone que sigue la línea del G610, en cuanto a bordes redondeados, tres teclas externas (para encendido/desbloqueo y volumen), carcaza trasera de policarbonato desmontable y gran pantalla.

El display es lo que primero salta a la vista, con vistosos 5,5’’. Ideal para los que ya se acostumbraron a andar con un equipo grande en el bolsillo y que no les molestaría tener algo un poco más amplio aun. Su pantalla despliega una resolución de 960×540, cuya presentación de colores y contornos no se diferencia mucho de otras Full HD como las que cuenta el Galaxy S4 o el Xperia Z1. En cuanto a dimensiones, el tema puede resultar considerable si lo medimos con su primo el Ascend G610 o un IPhone 5, como muestra la foto a continuación.

DSC_0962Su cámara trasera cuenta con un sensor de 5MP, un poco bajo para los requerimientos actuales, pero las fotos aun así salen correctas gracias a una apertura de 2 a 0. En grabación de video soporta 720P a 30 cuadros por segundo y cuenta con una completa batería multimedia para reproducir películas, juegos y música.

En conectividad, incluye WiFi N, Bluetooth 4.0, soporta Micro USB y corre sobre redes 3.5G. Su procesador central es de cuatro núcleos MediaTek MT6582 basado en arquitectura ARM Cortex A7 y para gráficos cuenta con un acelerador Mali-400 MP2 de 500Mhz. El paquete incluye un ancho de banda de memoria de 533Mhz, lo que permite velocidades de hasta 4.3 GB/S.

Screenshot_2010-01-05-21-13-08Al probarlo muestra un comportamiento veloz en la interfaz, la Emotion UI 2.0 creada por Huawei y que tiene adeptos especialmente en aquellos no familiarizados con smartphones touch. Esta nueva versión permite customizar a gusto la interfaz dejándola como una especie de Windows Phone, gracias a una serie de taps customizables.

La calidad de los materiales se sienten mucho mejor en comparación con la generación anterior, eso significa mucho más firmes, con texturas agradables y cierres precisos.

El arranque del sistema no supera los 5 segundos. Los accesos a los programas son veloces, la pantalla responde muy bien y es bastante precisa y en cuanto a multimedia exterior, su pequeño parlante cumple, pero no destaca y en lo referido al audio del auricular, es bastante aceptable.

DSC_0966La versión que probamos (U251) viene con sistema operativo Android 4.2.2 y con un solo Sim Card. Su batería de 2300 mAh muestra un buen desempeño, pero no es capaz de superar el día de operación al exigirlo al máximo.

Si bien es cierto que los analistas colocan a este equipo como un Phablet por sus 5,5’’ de tamaño, este Smartphone cumple para aquellos que buscan un equipo de entrada de gran pantalla y poder de procesamiento que no haga que el teléfono se cuelgue con facilidad.

Huawei Chile comentó que el equipo comenzará a ser distribuido en el retail a un precio de referencia de $149.900. En Amazon, el Ascend G730 está costando US$ 217 desbloqueado, lo que hace inmediatamente alejar cualquier crítica mayor, ya que si tomamos en cuenta el precio, la calidad y prestaciones del modelo, este está muy por sobre el costo final.

La Entretención Total de Mario Kart 8

1950438Y llegó Mario Kart 8, juego considerado “buque insignia” de Nintendo por muchos analistas y que llega un año y medio después del lanzamiento de la consola Wii U.

Legiones de fanáticos se lanzaron a comprar la que dicen jocosamente es “la octava maravilla de Nintendo”. Y las cifras son claras. Tras 3 días en las estanterías, en Gran Bretaña las ventas de la consola se han disparado en un 600%, donde el 82% de esta cifra corresponde a la consola bundle que incluye el juego. Y el título propiamente tal, ha sido el segundo más vendido en la semana detrás de Watch Dogs. Esto deja claro que si se hubiera lanzado la Wii U junto a un paquete de títulos poderoso como este, “otro gallo cantaría”.

Analizando el juego, Mario Kart 8 reúne toda la emoción infantil y el poder de sus personajes que se han hecho un puesto en la historia de la entretención digital. Nadie queda indiferente al jugar unos minutos con Mario, Luigi, Donkey Kong y otra veintena de personajes montados en estrafalarios autos que corren a toda velocidad por circuitos que desafían la gravedad y que incluso esconden niveles y pasadizos inimaginables. Los más chicos de la casa gozan ante un adictivo juego, incluso los gamers más duros (esos que consideran que Battlefield es un juego para bebés) esbozan sonrisas y les cuesta soltar el control, hechos que se suman  a una gráfica limpia, depurada, suave, con colores vividos y sin errores o bugs perceptibles.

El modo multijugador acepta 3 Wii Remote Plus más el Game Control tipo Tablet. La división de pantalla es agradable, aunque sí la consola se muestra un poco resentida ya que la fluidez gráfica se nota milimétricamente ralentizada, pero nada que realmente incomode. El juego online, se muestra bastante estable, siempre y cuando el ancho de banda sea superior a 6 MBPS. Los servidores de Nintendo por lo tradicional siempre se han mostrado al límite, con poca capacidad de procesamiento y acceso internacional (especialmente para Sudamérica). Durante las primeras 10 horas de juego, la señal del sistema se cayó dos veces lo que obligó a la consola simplemente a apagarse sin razón.

1950437En cuanto al juego, viene ya con 4 escenarios y 4 pistas cada uno (16 en total) desbloqueadas y listas. En total se puede acceder a 32 de ellas siempre y cuando se vayan consiguiendo logros. Además, hay 30 personajes para elegir, una docena de vehículos y 21 diferentes tipos de poderes para usar “a la buena o a la mala” en cada carrera. Adicionalmente agrega circuitos que desafían la gravedad en múltiples niveles, posibilidad de subir a YouTube tus mejores carreras, lo que incluye compartirlo con tus amigos en ese particular e inservible mundo privado de Nintendo llamado MiiVerse y también, en Mario Kart TV, que sirve como un gran repositorio de imágenes para los fanáticos a morir de la saga.

Dentro de los superpoderes novedosos están la Súper Bocina, que sirve para espantar obstáculos en el camino (desde vacas gigantes hasta insectos); la Flor Boomerang que te da la posibilidad de golpear hasta tres veces a tus adversarios; Ocho Loco que da 8 objetos al azar y la Planta Piraña, la que sin lugar a dudas es la mejor y la más divertida de todas ya que una vez montada en el capot, come todo lo que se le ponga por delante.

¿Resumen?: Genial, adictivo, entretenido, 100% familiar, fácil de jugar, no tan fácil al momento de querer ganar en online (así que tampoco es un juego que aburra) y con un despliegue gráfico acorde a los tiempos de la visión Full HD a la que nos estamos acostumbrando.

Android Kit Kat Llega a la Gama Flagship de Sony Xperia

1959257_10152366943125739_1372684118_nEra un anuncio esperado por los usuarios de la gama alta de Sony, empresa que durante esta semana cumplió la promesa y liberó la actualización a Android 4.4.2 Kit Kat para los modelos Xperia Z1, Z Ultra y Z1 Compact.

Entre las características prometidas, destaca una interfaz más depurada, cristalina y moderna, similar a la que usa PlayStation 4. La idea de Sony es optimizar su bella UI, para aumentar su eficiencia y bajar ostensiblemente los recursos de sistema.

Adicionalmente se actualizaron las apps propias del teléfono, mientras que otras como Walkman, películas y álbum de fotos se integraron al sistema Cloud de Sony.

Screenshot_2014-03-20-12-05-22Hubo también pequeñas mejoras en la cámara, cuya aplicación levanta más rápido que antes. Se mantienen eso sí las restricciones de diseño para poder sacar fotos en manual con escenas automáticas en 8 MP. Aun así, se agregó la resolución intermedia de 15,5 MP a 16:9 a la lista. Sony eliminó también la posibilidad de cambiar resolución en el modo automático inteligente, por lo que suponemos que siempre tomará fotos en 20,7 MP… Esperemos.

En cuanto al proceso de upgrade, debe hacerse a través de PC Companion con más de 50% de carga de batería. El cambio se hace relativamente lento por la disponibilidad de servidores de Sony. Casi 1 hora tardamos en bajar la actualización con un ancho de banda disponible de 30 MB. Tras eso, el proceso fue limpio y transparente. El Z1 tardó 4 minutos en actualizarse completamente sin errores.

Los primeros cambios notados fue el aumento de la velocidad de carga de las aplicaciones, efectivamente la UI se ve más limpia y estable, los glichs mínimos que presentaba desaparecieron, aunque hay que reconocer que el mayor efecto de Kit Kat que es liberar memoria de aplicaciones, al menos en el Xperia Z1 no se cumple del todo. Como muestra la foto, la disponibilidad de Ram no supera el 10% superior a lo que lograba liberar con 4.3.

Screenshot_2014-03-20-11-54-25Al analizar otros pequeños cambios que empeoran la perfomance del equipo, podemos destacar el tiempo que tarda en cargar su batería, que es hasta un 20% superior a la versión anterior, la duración de la misma que cayó en al menos un 15%, aumentando la velocidad de descarga con pantalla encendida, también la eliminación del ícono de progresión de carga en modo apagado y que fue reemplazado por una pila blanca con un rayo. Junto a ello, el arranque del teléfono con Kit Kat aumentó al doble, por lo que una de las mejores características del Z1 se perdió con el upgrade, el que se espera sea el último para los modelos antecesores al Xperia Z2. A pesar de esto, Sony posiblemente libere tres a cuatro parches posteriores, por los bugs que comenzarán a masificarse tras la llegada del sistema a los celulares.

La compañía confirmó en un anuncio que el resto de la gama Z (Xperia Z, ZL, ZR y la Tablet Xperia Z recibirán a Kit Kat a mediados del Q2, o sea entre mayo y junio de 2014. Y otros celulares del segmento intermedio como el Xperia T2 Ultra, E1 y M2 también lo recibirán en un futuro, pero sin especificar plazos. Con este aviso, queda descartado el mejoramiento del Xperia T como se había anunciado en un primer momento.

Probamos el Nuevo Kaspersky Internet Security 2014

 

CapturaEl tener un antivirus instalado en el PC ya no es un lujo sino una necesidad. Dejando de lado aquellas soluciones gratuitas que ayudan a los que no tienen ni uno (como Avast o Microsoft Security Essentials), el mundo de la protección cibernética sigue avanzando y lo mejor, a menores costos.

Prueba de lo anterior es ver que las otroras costosas licencias que ostentaban Norton o McAfee, hoy se venden (al menos en Chile) en farmacias y a precios ridículos (US$ 5). Y otras, que partieron siendo ligeramente accesibles en momentos en que un antivirus costaba más de US$ 100 por computador, hoy resultan ser de las más costosas, como es el caso de Kaspersky.

La solución de seguridad de origen ruso se ha ganado un espacio en el mercado. Siempre demostró tener bases de datos más completas, complementos más potentes y una arquitectura más robusta contra ataques y desactivaciones de virus, hechos que lo convirtieron en el favorito de programadores y también, de los macucos usuarios que aman navegar por los lados oscuros de la internet.

Este año, probamos la nueva versión de Kaspersky Internet Security (KIS) 2014, que fue lanzado en noviembre de 2013. Al contrario de las versiones pasadas, KIS 2014 presenta fuertes cambios que resultan interesantes, aunque en desmedro de la velocidad y la cantidad de recursos que finalmente “come” al sistema. Con esto KIS dejó de ser un elemento importante en el PC que lo protegía sin molestar. Se puso algo “Microsoft” para sus cosas, esto es que para ser mejor, debe molestar, pesar y comer recursos de sobra, lo que claramente molesta a máquinas modestas o sencillamente viejas.

Cambios y Mejoras

Captura2KIS 2014 introduce, primero, una novedosa forma de trabajar sus licencias. Ya no es necesario comprar una versión específica con una clave para cada equipo. Directamente desde su sitio web, el usuario puede elegir cuántos sistemas se deben proteger y con eso, es posible bajar indistintamente la protección tanto para PC, Mac o Android, usando los códigos que el proveedor entrega. El precio promedio de una licencia por equipo bordea entre los US$ 50 a US$ 7, dependiendo del volumen, lo que nos parece adecuado, pero no es el más barato del mercado, hay que decirlo.

En cuanto a su interfaz, KIS 2014 se muestra mucho más amistoso, entendible y manejable que las versiones anteriores. Es intuitivo, es comprensible lo que muestra y es más fácil de administrar. Ya no se necesita ser ”usuario avanzado” o ser casi un “programador” para entrar a la consola de comandos del antivirus, lo que se agradece.

En cuanto a funciones, sigue manteniendo lo estrenado en 2013 y que claramente fue lo más aplaudido por los críticos. Junto a su ya tradicional paquete de protección que incluye antivirus, firewall y protección de navegación proactiva por la web, se incorporan el control parental de sitios web y que también incluye aplicativos y protección de transacciones, donde KIS blinda y monitorea los puertos de comunicación cuando ingresas a sitios SSL. También mantiene un teclado virtual, que evita que posibles troyanos sepan las claves que uno usa al momento de ingresar a entidades financieras por Internet o simplemente cuando estás comprando.

Cosas que deben mejorar

Como todo en la vida nada es perfecto. La instalación del programa sigue siendo lento y engorroso. Cuando bajas el aplicativo desde los servidores de Kaspersky, entrega el programa con el motor lanzado en noviembre de 2013. Luego de esperar largos momentos para obtener los casi 450 MB que pesa, el sistema inmediatamente se conecta e instala la última versión disponible, lo que significa bajar otros 400 MB adicionales. ¿No sería mejor en ese caso bajar un instalador? Tiempo perdido.

Para los usuarios de KIS 2013, el cambio de versión resulta bueno y limpio. Se obviaron los típicos conflictos pasados donde la instalación dejaba más estragos que soluciones en el sistema. KIS 2014 se posiciona muy bien en el PC que ya cuenta con protección de la misma marca. No pasa lo mismo con aquellos equipos que tenían un viejo antivirus que incluso resulta ser invasivo en las librerías. Probamos, por ejemplo, su comportamiento ante Microsoft Security y tuvimos que desinstalarlo manualmente ya que ambos sistemas comenzaron a pelear antes de dejar que uno se desinstalara frente al que llegaba. Algo parecido sucedió con Avast. Luego de ello, el equipo comenzó a tener inestabilidades en temas como falla en la lectura del CD-ROM o ausencia aleatoria de Gadgets del Escritorio en Windows 7, entre otras. ¿Solución? Cepillado del disco duro, no queda otra.

Otro tema que resulta también destacable es la extrema lentitud con la activación de servicios del propio antivirus. Utilizando un sistema Core i7 de 3.2, con 8GB de Ram, disco duro SSD de 250GB y tarjeta aceleradora de 2 GB de ram, el arranque de KIS 2014 queda relegado hasta en 2 minutos, lo que resulta preocupante. Y esto no es algo aislado, resultó un asunto permanente. A tal grado es que Kaspersky omitió la alerta mediante popups que siempre emitían sus anteriores versiones de antivirus cuando el programa estaba “desactivado”, tras arrancar Windows. Ahora sólo sucede cuando pasan más de 5 minutos y sin que el usuario lo note a simple vista. Preocupante.

Lo otro que se mantiene es la poca proactividad de las actualizaciones de parches. Kaspersky insiste en su manía de programar las actualizaciones a una hora específica del día. Si bien podemos cambiar eso, no es inteligente ni proactiva la manera en que baja sus definiciones. De hecho, KIS sigue “alegando” cuando el sistema está desactualizado por más de 2 días… pero sigue también sin conectarse sólo y sin solucionar el problema en automático, lo que resulta bastante molesto.

Palabras finales

Captura3No sabemos si KIS 2014 sea o no la mejor solución del mercado en estos momentos, pero sí al menos sigue gozando del cariño y la admiración de los conocedores de seguridad. Si bien es cierto que estos “problemas” pueden solucionarse con versiones que posiblemente sean liberadas a mediados de este año (algo clásico de Kaspersky), KIS 2014 se posiciona como una buena alternativa para aquellos que buscan navegar seguros por este mar infestado de piratas y tiburones llamado Internet.

Para descargar una versión de prueba ingresa acá:  http://latam.kaspersky.com/mx/descargas/versiones-de-prueba/internet-security

Requisitos de sistema e información corporativa: http://www.kaspersky.es/software-antivirus-domestico/internet-security#Feature2

Análisis del Sony Xperia Z1: Todo lo que Debes Saber Antes de Comprarlo

CapturaSony está buscando la veta del éxito. Tras su fracasada fusión con Ericsson y el abandono del desarrollo de nuevas tecnologías que durante años la hizo famosa junto a NTT DoCoMo, la japonesa (llena de deudas a todo esto), está buscando no caerse entre el cuarto y el quinto puesto de preferencias del público (según IDC), apostando a un producto Premium. Y claro… todos los fabricantes buscan ser buenos, bonitos y baratos. Sony en cambio parece que quiere profundizar el modelo Sony… “Soy Sony, soy bueno, soy caro, soy aspiracional”. ¿Lo ha conseguido? No lo sabemos, pero hasta el segundo trimestre de este año, las críticas arrasaban en los operadores y redes sociales por la pésima calidad de sus equipos, especialmente en pantalla y chasis, los cuales fallaban de la nada al ser sometidos a estrés habituales de un usuario común y corriente. Un hecho que ha perseguido a la marca por años: “Muy buen equipo, pero si se te cae al suelo, fregaste”.

Para qué decir de smartphones que en su minuto parecían revolucionarios e ideales: El Xperia Arc, bello, funcional, pero al cargarle más de 10 apps, comenzaba a dar jugo. El Xperia T Skyfall Edition, gran teléfono, hasta que su batería hacía mella al cabo de 6 meses de uso… y la lista es interminable.

En la última feria de Barcelona, Sony quiso dar el batatazo: lanzó el Xperia Z y el mundo quedó asombrado. Chasis de fibra, cuerpo de cristal Asahi, Android 4.2.2, cámara de 17 MP, Mobile Bravia Engine, Quad Core, delgado, bello, antimpactos, antiagua, antitierra… Un celular para llevarlo a tomar el té con la Reina de Inglaterra y también, para sumergirlo al trabajo en una mina subterránea (en teoría).

Pero las críticas arreciaron de nuevo: Muertes súbitas, sobrecalentamientos, fracturas de cristal sin razón, pobre respuesta de servicio técnico, rayas en el cristal con sólo mirarlo (atribuible a la mica vulcanizada que trae de fábrica) y por supuesto, otras fallas atribuibles al vencimiento de las tapas protectoras, las que a la cuarta abertura dejaban de ser herméticas… dicen por ahí que si se contara la cantidad de Xperia Z que murieron cuando se les metió a la piscina para hacer tomas acuáticas, la montaña de basura sería de varios metros.

Pero el Xperia Z fue un visionario. En mi caso lo usé durante 7 meses (hasta que murió). La velocidad de su sistema era asombrosa, la estabilidad del empaquetamiento de Android por parte de Sony dejó de ser engorrosa y pesada, la cámara era realmente notable, siendo incluso la mejor de su segmento, por lejos sobre el Samsung Galaxy y otros. La grabación Full HD en MP4 a 34 cuadros por segundo era increíble y ciertamente su diseño y peso eran ideales. Funcionaba todo bien (si tratabas bien al equipo), pero su corta vida hizo temblar al gigante asiático, quien vio en los fallos reiterados la necesidad de sacar uno mejorado… y así nació el Z1, también conocido como Honami.

El Z1 fue presentado durante septiembre de este año y en el tercer y cuarto Q en países latinos y americanos que no recibieron el Z por considerar que su precio final sería prohibitivo para el consumidor final (operadores apostaban precios superiores a la barrera de los US$ 1200), versus el exhibido en sitios en Estados Unidos que con suerte lo venden en US$ 500.

Si bien en continentes desarrollados el precio de entrada fue un shock, al cabo de 4 semanas se estabilizó en US$ 699 y hoy el Z1 puede conseguirse en su versión LTE en menos de US$ 560 (en Chile sigue costando US$ 1050 a todo esto).

El Z1 es, en definitiva, el resultado de lo que nunca fue su antecesor: esta vez sí es hermético, su pantalla no se quiebra sola, el chasis es de aluminio (para evitar deformaciones), aumentó la cantidad de puntos por pulgada de la pantalla (PPP), junto a su resolución, brillo, contraste y tecnología (Triluminos Display) y lo mejor, y es lo que los amantes de la fotografía estábamos esperando, es que si el Z tenía la mejor cámara, el Z1 se mostró como la mejor del planeta con 20.7 megapixeles y lente Sony G + sensor Exmor… o sea una cámara Sony hecha y derecha metida en un tremendo Smartphone.

¿Resultado? Tras un mes de uso intensivo podemos decir varias cosas del equipo que valen la pena y otras que definitivamente desilusionan y mucho. Acá el análisis veloz y poco latero que nos gusta:

Lo mejorado:

· La batería muestra una notable autonomía. Puede pasar de largo el día a pesar de un uso intensivo. Supera en doble al Z.

· El equipo a pesar de ser más grande y pesado (casi un ladrillo de 170 grs), se nota más robusto y seguro que el Z. De hecho este no es muy fácil de doblarlo hasta el punto que haga crack, como sí pasaba con el Z.

· Su pantalla a pesar de ser Full HD, con más densidad y con más tecnología, se muestra un poco menos clara que el Z. No molesta, pero no se aprecia la mejora a simple vista, excepto cuando hay reproducción de contenido multimedia, que ahí es otra cosa.

· El software y la interfaz es fluida y hermosa, algo que Sony ha tratado de mejorar y que está ayudando a fidelizar a usuarios. Es difícil hoy encontrar en el mercado un empaquetamiento más bello que el que posee Sony… sólo HTC con suerte se acerca. La versión de fábrica 4.2.2 muestra algunos atrasos y lentitudes en las transiciones. Pero con la llegada de la actualización a Android 4.3 (disponible desde la segunda semana de diciembre de 2013), este tema se acabó.

· Las tapas protectoras están mejor diseñadas, están más duras, encajan mejor… pero eso no garantiza que mantenga su hermeticidad durante su vida útil. Al menos es un avance.

· Sony comentó que mejoró la precisión de la pantalla. Al probarla con soporte multitáctil, versus el Xperia Z, no noté mejorías, por el contrario, el manejo no es tan preciso como pensé, aunque nunca este factor se convierte en un problema.

· Su sistema Quad Snapdragon 800, sumado a su procesador gráfico y 2GB de memoria ram, terminaron al menos por este año con cualquier atisbo de “jugo” en el Smartphone. Supera todas las expectativas… y le sigue sobrando capacidad… y mucha. En los benchmarks que hay en la red, el Z1 supera por lejos en rendimiento a su competencia.

Lo desilusionante (Y mucho)

· Lo más dramático es la cámara: El software que la controla, literalmente mató el hardware escondido tras el cristal. Nada, pero absolutamente nada de lo que trae logra mostrar que las fotos sean como Sony promete en sus comerciales (que a todo esto debería ser demandada por publicidad engañosa). En video nocturno, las imágenes son espantosamente granuladas; y de día, sin una fuerte luz, las tomas salen quemadas, fuera de foco y con contornos oscuros. El estabilizador de imagen es pobre y además, el sistema “inteligente” de almacenamiento de fotos es un desastre ya que al momento de sacar muchas fotos de enfoques similares, el teléfono asume que estás sacando una ráfaga y tira tus imágenes a otro lugar, dificultando el acceso.

Las supuestas mejoras que descomplejizan su acción, literalmente mataron las buenas fotos que sacaba el Z: El modo inteligente automático definitivamente no logra dar en el blanco (por ejemplo, saca foto en modalidad “documento” cuando estás enfocando a un edificio), en el modo manual tampoco se logran resultados esperados, ya que no hay posibilidad de elegir entre tipos de escenas (como sí pasa con otros smartphones y cámaras Sony) y tampoco tomar imágenes en 16:9. La respuesta absurda de Sony es que «la óptica es muy potente y por eso en manual se sacan fotos con opciones básicas». La única forma de lograr mejores fotos y que se activen las escenas es bajar de 20 MP a… ¡¡8 MP!! Y lo peor: No hay posibilidad de intermedios (o sea, 18, 16 o 13 MP). Mientras los amantes de la fotografía siguen buscando una explicación a esto, Sony decidió agregar efectos a su cámara que funcionan como verdaderas APPs: El del efecto Dinosaurio es genial… pero por favor ¿Cuántas fotos en la vida de tu Smartphone son para tomarlas junto a un parque jurásico y a un Tiranosaurio Rex?

No comments

· El sistema anti rayas de la pantalla parece ya un chiste. Nadie aún en Sony es capaz de justificar por qué la compañía coloca una mica transparente vulcanizada sobre la pantalla del teléfono. Es tan débil que a los dos días de uso y con sólo tocar la llave de tu auto en el bolsillo, el celular se arruina. Por lo tanto, estás obligado a comprarle una mica protectora y una carcasa trasera.

· Auricular y parlante: a pesar que Sony colocó el parlante externo en la parte baja del celular, la potencia sigue siendo baja, el audio es chillón y aunque hay espacio, no quisieron hacerla estéreo, como si lo fue en su momento el Xperia Arc. El auricular por su parte tampoco destaca., El sonido es bajo y debes literalmente meterte el celular por el tímpano para escuchar bien si estás en lugares ruidosos, como en el centro de la capital. Este tema es un issue para Sony, ya que periodistas se han acercado a gerentes a reclamar por este detalle no menor al igual que usuarios… la respuesta es una encogida de hombros.

No solution.

En resumen:

· El Z1 no es una buena inversión. Y esto por qué: Porque el sistema no es una versión completamente distinta de su antecesor. El Z1 es un upgrade, un enchulado de lo que fue el Z en su momento, teléfono que siendo un tremendo equipo, resultó un fiasco por la poca prolijidad de la casa japonesa de sacar un producto sin detalles. Para mí, El Z1 es el Z, mejorado, con ausencia de esos «detalles» graves y molestos, pero con una cámara de fotos que desilusiona a los exigentes. Y esto lo demuestra la propia Sony que ya tiene listo el Z2 para ser presentado en febrero de 2014, sólo 6 meses después de lanzar el Z1 y a 11 meses de haber presentado el Z. Eso algo debe decir de la carrera por lograr un buen flagship.

Resultados en fotos:

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Imagen de la cámara del Z1, con poca luz, sin flash, modo Inteligente: Desenfocado y quemado en el centro

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Imagen de la cámara del z1 a mediodía: Buen contraste, bajo nivel de brillo, enfoque difuso

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Imagen de la cámara del Z1 en modo Inteligente. No distingue el macro, su enfoque es pobre y los colores están algo reventados

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Imagen de la cámara del Z1 en condición nocturna con luz de más de 200 watts halógena. Muestra buenos colores, pero una preocupante falta de definición en contornos

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Una toma habitual de los que somos padres. La cámara del Z1 revienta los colores al atardecer y no es capaz de enfocar dos objetos equidistantes en movimiento, como sí lo hace una cámara portátil de US$ 50

Usted decide.

Huawei G610: Se Gana las BBB

 

G610 Negro 2Hace rato que la china Huawei está dando que hablar: tres décadas en el mercado, el 80% del tráfico de comunicaciones móviles pasa por uno de sus dispositivos y en Chile, sólo en el último año han vendido nada menos que un millón de terminales (entre celulares y sticks de banda ancha). De hecho la última encuesta IDC los posiciona como el tercer fabricante más grande de smartphones a nivel mundial detrás de Samsung y Apple, desplazando a una ya atribulada LG que no logra meter por ningún lado sus sistemas de alta gama Optimus.

Si bien Huawei se ha ganado un nombre en comunicaciones, le ha costado entrar al mundo de los smartphones, al menos en Chile. El estigma que la acompaña y que es el de vender equipos muy baratos y básicos (y por ello desechables), pesa a la hora de gastar más por un equipo superior. Y eso tal vez no sea culpa de la compañía, sino de los operadores locales que han privilegiado a la marca para llenar el vacío de los equipos de gama muy básica, donde puedes comprarte un sistema touch por menos de US$ 50.

En el camino, y sin importar lo anterior, Huawei lanzó en 2013 dos sistemas que valen la pena nombrar: El primero es el Ascend P6, un hermoso equipo estilizado, con pantalla de 4,6’’ IPS, procesador de cuatro núcleos, cuerpo de aluminio y ultradelgado. De hecho por meses fue el teléfono más flaquito del planeta. Una delicia, que funciona maravillosamente bien para costar US$ 470, aunque le faltó, como se dice en Chile, “la chaucha para el peso”. No es muy poderoso en gráficos, su batería hace mella a la mitad del día y su cámara… necesita más poder. Por eso el precio también.

G610 Blanco 1El segundo sistema, el Huawei G610 realmente es una sorpresa. Muy parecido en la forma a un Galaxy S4, tiene una pantalla de 5’’ (lo que claramente es una respuesta al mercado que busca equipos con displays grandes), cuenta con procesador Qualcomm de 1,2 GHZ de 4 núcleos, memoria ram de 1 GB, cámara de 8MP y Android 4.2.2. Lo más ridículo es el precio: US$ 185 o $ 99.000 en modalidad de prepago y liberado.

Al probarlo el equipo se siente liviano, robusto, estable. Permite una memoria MicroSD de hasta 32 GB, funciona con Simm Card tradicional y tiene batería desmontable. Su pantalla de alta resolución, si bien no tiene un brillo para decir “qué bruto qué fuerte se ve”… muestra colores vívidos, correctos y limpios. La interfaz de Android adaptada por Huawei se basa en el diseño Emotion UI, un sistema que permite acceder a aplicaciones, menús y configuraciones con hasta un 60% menos de pasos que en otros sistemas. Eso para los acostumbrados a las lateras configuraciones de Samsung, LG y Sony, se sentirán como si estuvieran con un Smartphone por primera vez, pero para los que se introducen en el mundo de los teléfonos inteligentes, esta es la solución ideal.

Raya para la suma, el G610 es claramente el mejor, por no decir el único sistema de 5’’ que por precio es el más conveniente del mercado. No da jugo en batería, en prestaciones, en pantalla y menos en sistema operativo, así que la recomendación es que si buscas algo bueno, bonito y barato (las famosas BBB), es la mejor solución. Lo probamos y podemos dar fe de ello.

Info del producto: http://huaweidevice.cl/producto/g610/