Hace unos 5 o 7 años atrás, cuando los smartphones estaban comenzando ya a tomar vuelo, Huawei aparecía como una pequeña, tímida y desconocida compañía de telecomunicaciones y con un estigma que es propio de las economías emergentes: el país de origen.
Pero como todo en la vida, el paso de la mera copia a la innovación y de ser un producto rechazado a comenzar a saborear la gloria, hay un solo paso, pero grande. Si no, pregunten a los ejecutivos de compañías como Toyota o Hyundai, cuyos productos hace tres décadas eran considerados “baratos y desechables” por el mercado occidental.
Y con esa breve, pero intensa historia, en el marco de la CES de 2017, Huawei aprovechó de presentarse como su CEO lo ordenó hace unos 3 años atrás: como una de las principales empresas de TI del planeta. Y sus productos, al menos en el papel, ya están alcanzando en calidad y prestaciones a lo que se llama en relaciones públicas “EL SER Y EL PARECER”.
La estrella de la jornada fue el Mate 9. Un Smartphone que ha estado en nuestras manos hace dos semanas y que destaca principalmente por su gran tamaño, pero cuyo diseño facilita un manejo extremadamente cómodo y agradable. Con una pantalla Full HD IPS de 5,9 pulgadas, goza de un poder interno desarrollado por la compañía basado en un procesador Kirin 960 (sí, no tiene Snapdragon y los expertos dicen que podría ser el futuro de los smartphones) y que en su firmware incluye un algoritmo llamado HMLA o Huawei Machine Learning Algorithm, que permite estudiar y optimizar el sistema según los hábitos del usuarios para que el equipo se mantenga libre de basura que deja Android. Ello evitaría cambiarlo o simplemente borrarlo cada 12 meses, que es el promedio de tolerancia de un Smartphone (habrá que verlo).
Adicionalmente, cuenta con capacidad y memoria dignas de un equipo tope de línea, ya que incluye 4 GB de memoria ram y 64 GB de almacenamiento. Con esto en Huawei destacan que los glichs, las “patinadas”, las esperas, las lentitudes y otros lacks del teléfono que comienzan a sentirse a los 3 meses de operación, ahora no existirán.
En cuanto a su cámara, posee doble foco con sensor de 20 MP blanco y negro y de 12 en color, los que trabajan de forma fusionada para sacar fotos de mejor calidad y contraste (tema a analizar aparte).
En su empaque, Huawei ha querido mostrar que el usuario está comprando un equipo premium. Una cuidada caja que incluye una serie de accesorios, nos hace ver que más que un celular, el Mate 9 es una verdadera joya. La bienvenida que da la compañía china a su usuario es sorprendente. Detalles menores, pero que para la intimidad del cliente son importantes, no se descuidan: Esto se traduce en regalos como una mica protectora para su pantalla, carcasa trasera antimpactos y un completo set de beneficios que incluye: reemplazo de pantalla en caso de accidentes durante los 3 primeros meses, asistencia técnica 24×7 y una mantención anual de hardware. Ah… Y no mires a menos sus auriculares. Se ven chinos, pero suenan casi como un Sennheizer. WOW.
Experiencia
Al momento de encenderlo, veo que los ingenieros y diseñadores de Huawei no han abandonado ese verdadero fanatismo por su capa de personalización Emotion UI (EMUI), que en versiones anteriores de Android eran un verdadero dolor de trasero, ya que impedía, más que facilitaba la customización del usuario. En cambio, la capa 5 de EMUI se adapta fácilmente a las normas de mercado: Interfaz limpia, múltiples posibilidades de configuración, el fin de los diseños infantiles de íconos chillones (estilo oriental, muy Samsung) y también, permite ordenar las ventanas con íconos en pantallas consecutivas o bien al estilo “Android Puro”, con una principal y luego con una lista hacia abajo ordenada por importancia o alfabéticamente.
Huawei también se ha jactado que su equipo cuenta con una (gracias a Dios) batería de 4000 mHa, lo que significa hasta dos días de autonomía. OK, todos prometen lo mismo, pero ninguno llega a la meta. Cosa de ver a los usuarios de iPhone cargando sus celulares en la calle a las 11 am, los (pocos) dueños de un Sony que se les apaga el Smartphone camino a casa y los Galaxy S, que tras dos horas de juego mueren y quedan listos para freír un huevo sobre ellos.
El Mate 9 se porta bien. Es algo difícil de matar antes que llegue al final del día. En uso intensivo (nivel semidiós), su autonomía fluctúa entre las 10 a las 15,5 horas. Pero no más. Eso sí, y eso lo probamos con cronómetro, la Supercarga del Mate 9 llega al 100% en nada menos que (lea bien) 75 minutos. Claro que para ello, se necesita su cargador original y un cable compatible de 5 mHa, caso contrario, el equipo carga de forma tradicional a una velocidad de hasta 4 horas.
En lo referido a rendimiento, el Mate 9 con Android 7 es realmente de lo mejor que hemos probado, habiendo ya usado teléfonos Android desde su primera versión hace casi una década atrás.
El Mate 9, se ve inteligente, veloz, intuitivo, tiene mucha tendencia a mostrar avisos de diferentes aplicaciones que pueden ir apagándose si te gusta un teléfono que te acompañe, más que te moleste. En cuanto a manejo de batería, si bien no es tan eficiente o tal vez amigable como lo es el sistema Stamina de Sony, sí permite ir cerrando aplicaciones que muestren comportamientos anormales y liberar memoria tomada que dejan algunos programas que funcionan colgados en segundo plano.
En cuanto a APPs basura que “regala” la compañía, vemos que son mínimas. Huawei ha intentado ser lo menos invasivo, al contrario de Samsung, y por ello se agradece que sólo incluya 4 aplicaciones que pueden borrarse fácilmente.
Cosas que se extrañan, aunque nadie morirá (en serio): No tiene radio FM incorporada (bienvenido el streaming, aunque eso no te servirá de mucho si vas seguido al estadio). Y tampoco cuenta con ecualizador, aunque su filtro DTS que se activa solamente al insertarle audífonos, hace que el audio esté muy bien balanceado. Punto ahí para Xperia y sus capas de X-Bass y ecualizadores de 8 bandas.
La cámara
Acá hay que ser francos. Huawei se ha esmerado desde el modelo P8 (uno de los Flagship de la compañía) en ganar seguidores mostrando avances notables con sus cámaras fotográficas duales. Para ello, abandonó la instalación de los muy buenos y eficientes sensores Sony, para desarrollar uno propio en conjunto con Leica.
Los ejecutivos y personal en terreno de Huawei, comparan su rendimiento (bastante bueno, hay que decirlo), con lo que ellos consideran su competencia: El Galaxy s7 de Samsung y el iPhone 6s y el 7 (todos ellos con sensores Sony). Esto significa que frente a prestaciones (20 MP a 4:3 y 12 MP a 16:9), la velocidad de obturación, colores, enfoque y resultado final, Huawei estaría a similar nivel o ganando por nariz a sus pares.
Ahora, si lo comparamos con el Sony Z5 y el XZ, considerados por expertos como los que tienen el mejor sensor del mercado y una resolución superior a los 22 MP, la competencia se pone dura.
Sony en este caso tiene un poco la delantera, ya que a pesar que su software de procesamiento es algo digno de estudio (por lento, poco eficiente y bastante mediocre), sí facilita la toma de imágenes sorprendentes en momentos que se requiere una gran captura en movimientos y alta velocidad. Los efectos de enfoque son sorprendentes y la calidad en tamaño permite olvidarse a veces de una cámara réflex.
Huawei, en cambio, al quedarse con un sensor que sólo da de manera combinada 20 MP a 4:3 (por favor nadie saca fotos cuadradas excepto si quieres subirlas a Instagram), muestra una apuesta mediocre. Si hacemos una analogía, la cámara del Mate 9 se comporta algo así como un pequeño Citycar enchulado, con esteriodes y con turbocompresor. OK correrá a 200 Kms/H y se ve hermoso, pero es un Citycar. Sony, en cambio, es una verdadero Rolls Royce (en lo referido a cámara). Lamentablemente, eso sí, su motor es de un Chevy. Ahí vea usted que prefiere. Yo al menos me quedo con el Rolls en potencia.
A pesar de su velocidad de obturación, una tremenda y potente (realmente impactante) luz led dual, medidor laser y customizaciones profesionales, el modo automático del Mate 9 no siempre se porta bien, no siempre saca fotos claras y nítidas y tiende en exceso al desenfoque y a la foto movida. El usuario tendrá que tener paciencia y acostumbrarse, especialmente si viene de una experiencia prolongada con el comportamiento automático e inteligente (ok no tanto) de Sony Xperia. Ahora, cuando la foto sale bien, se ve joya.
Resultado final
Felicitaciones Huawei. Los nuevos usuarios de un Mate 9 lucirán orgullosos sus terminales en sus manos y bolsillos. Ya no hay para qué sentirse avergonzado de llevar un Smartphone chino en la cartera. El equipo es práctico, poderoso, bonito, funcional, moderno, optimizado y con potencialidad de seguir mejorando, siempre y cuando Huawei lo actualice periódicamente, algo que la compañía se caracteriza por no hacer con sus modelos de gama media. Hecho que al menos esperamos que esta vez no ocurra.
Nosotros al menos, tras haber usado de manera consecutiva modelos Ericsson, Sony Ericsson y Sony Xperia, decidimos (con dolor), abandonar a la japonesa y subirnos al carro de la innovación china (pagando casi los US$ 900 que cuesta en Chile. A nosotros no nos auspicia nadie). Y hasta el momento todo va sobre ruedas.
¿Lo recomendamos? Claro que sí, es la moda andar con un chino en el bolsillo, especialmente si es grande y tiene muchos, muchos e inteligentes esteroides.